Daniel 5 – El mensaje escrito en la pared

El mensaje escrito en la pared

Daniel 5

Introducción

1. ¿Cuál es el mayor error que se puede cometer en la vida? ¿Cuál es la más tonta de las decisiones? El mayor equívoco que se puede cometer en la vida es dejar de aprender por medio de los errores cometidos por nosotros mismos en el pasado. La más tonta de las decisiones es decidir ignorar las advertencias de Dios; es violar repetidamente la conciencia, rechazando el consejo de Dios y dando la espalda a sus instrucciones. Es apartarse de las oportunidades que Dios nos ofrece.

2. Belsasar, nieto de Nabucodonosor, tuvo muchas oportunidades para servir a Dios. Podría haber aprendido de su abuelo, que había dedicado la vida al verdadero Dios, o del profeta Daniel, que había vivido durante setenta años en Babilonia testificando en favor de la verdad.

a. La luz de la verdad brilló sobre Belsasar, pero él la rechazó totalmente. No sabía que un día de juicio fatal se estaba acercando más rápidamente de lo que imaginaba. Belsasar aprendió, como también nosotros necesitamos aprender, que una cosa es segura: hay un día de juicio para todos nosotros. Para Belsasar, ya era demasiado tarde.

 

I. La última noche de Belsasar

1. Leer Daniel 5:1 al 4. Belsasar hizo un gran banquete, se embriagó y profanó los objetos sagrados. Ese acto provocó el juicio de Dios sobre Babilonia. Los vasos sagrados del Templo de Jerusalén habían sido dedicados, en Israel, para el uso en el servicio santo de adoración al verdadero Dios.

a. Era una blasfemia profanar aquellos vasos sagrados llenándolos con vino intoxicante, en una bacanal en la corte de Babilonia. El Rey había traspuesto la línea divisoria entre su poder y el poder de Dios; y cruzó los límites: el juicio estaba pronto para suceder.

b. Hoy, hay muchos que han vivido de la misma manera que Belsasar. Jesús advierte que la época en que vivimos es un tiempo solemne, de cautela, vigilancia y oración (Luc. 21:34-36).

 

II. La intervención divina: el mensaje escrito en la pared

1. Daniel 5:5 al 17. En el mismo instante en que eran profanados los utensilios sagrados, apareció una mano que escribía en la pared del palacio. El Rey quedó anonadado; su rostro empalideció. Fue presa del miedo. Su cuerpo tembló nerviosamente. Sus pensamientos eran ideas terroríficas. Él sabía que algo no estaba bien, pero no estaba seguro de qué era. ¿Qué trágico acontecimiento anticipaba la escritura en la pared? Era el día del juicio, que había llegado a Belsasar.

2. Otra vez llamaron a Daniel, para que interpretara la escritura. Daniel había interpretado el sueño de Nabucodonosor muchos años antes. Había servido como estadista en Babilonia durante setenta años. Su reputación de correcto servidor público era bien conocida. Su sabiduría en asuntos políticos había repetidamente influido sobre la Nación. A pesar de todo eso, Belsasar, con la mente obnubilada por las bebidas fuertes, trató de humillar a Daniel sugiriendo que era simplemente un esclavo judío.

3. En un intento desesperado por entender la escritura misteriosa, Belsasar le ofreció a Daniel grandes recompensas si era capaz de explicar el significado de aquellas extrañas palabras. Daniel replicó: “Tus dones sean para ti, y da tus recompensas a otros. Leeré la escritura al rey, y le daré la interpretación”.

a. ¡Daniel no aceptaba ser sobornado! Sus servicios no estaban en venta; su único motivo era servir a Dios. Su única ambición era honrar el Reino de Dios. Daniel aprovechó esa oportunidad para recapitular los intentos de Dios para salvar a Babilonia. A través de la historia de Babilonia, Dios le dio repetidas oportunidades para conocer su voluntad.

b. De muchas maneras, Dios llamó a la puerta de la gran Babilonia. Aquellas oportunidades estaban, ahora, llegando rápidamente a su fin. La puerta de la misericordia, abierta durante setenta años, estaba por cerrarse. Los babilonios habían endurecido el corazón, y era poco lo que Dios podría hacer en tales circunstancias, excepto dejarlos entregados a sus propios deseos egoístas.

 

III. El mayor error de la vida

1. ¿Cuál fue el error de Belsasar? ¿Por qué su culpa fue tan grande? Leer Daniel 5:22.

a. A pesar de conocer a Dios, Belsasar no se había entregado al poder divino. Sabía qué era lo correcto, pero no lo hizo. Dio las espaldas a la luz que Dios le había dado. Escogió las tinieblas en lugar de la luz.

2. La condición del ser humano es peor cuando yerra conscientemente (Sant. 4:17).

a. El pecado de Babilonia era grande, porque los babilonios se rebelaron abiertamente contra Dios, cuando sabían muy bien cuál era la voluntad de Dios y lo mejor para ellos.

b. Hoy, nuestro mundo está siguiendo por el mismo camino de Babilonia. Las personas tienen conocimiento del plan de Dios para su vida, pero se niegan a seguir sus caminos.

3. Ésta era la frase escrita que apareció en la pared, que determinaba el juicio de Dios sobre Babilona: MENE, MENE, TEKEL, UPARSÍN

a. Y ésta es la interpretación de Daniel, profeta: “MENE: Contó Dios tu reino, y le ha puesto fin. TEKEL: Pesado has sido en balanza, y fuiste hallado falto. PERES: Tu reino ha sido roto, y dado a los medos y persas”.

 

Conclusión y llamado

1. Hay una última noche para cada uno de nosotros y para cada cosa en la tierra. Hay una línea invisible que no podemos cruzar sin sufrir las consecuencias. El juicio vendrá una vez para la sociedad entera. Cuando el número acumulado de pecados llegue a cierta cantidad, Dios dirá: “Es suficiente”.

a. En los días de Noé, los hombres malos sellaron sus destinos.

b. En el tiempo de Sodoma y Gomorra, el resultado acumulado del pecado selló la condenación de la ciudad, y el juicio de fuego cayó del cielo. Así será también en los últimos días.

2. El tiempo está próximo: “El tiempo está cerca. El que es injusto, sea injusto todavía; y el que es inmundo, sea inmundo todavía; y el que es justo, practique la justicia todavía; y el que es santo, santifíquese todavía. He aquí yo vengo presto, y mi galardón conmigo, para recompensar a cada uno según sea su obra” (Apoc. 22:10-12).

3. Nuestro Señor nos invita a ir a él ahora. Los glamorosos “placeres” del pecado no valen la pena.

a. Por ahora, sus brazos todavía están abiertos. Su misericordia está a nuestra disposición. Su gracia nos toca. Ahora, su Espíritu todavía impresiona nuestro corazón.

b. ¿Por qué no venir a él en este momento? ¿Por qué cometer el mismo error trágico de Belsasar? ¡No demore; entregue a él su vida HOY!

4. Pronto llegará el día del juicio final, que será un día para rendir cuentas; un día de juicio en el que cada individuo tendrá su sentencia. Las decisiones que usted y yo tomamos hoy están determinando nuestro destino eterno.

a. Entreguemos hoy nuestra vida a Jesús.

 

(Colaboración de la Asociación Ministerial de la División Sudamericana.)

Daniel 4 – De la gloria al fondo del pozo

De la gloria al fondo del pozo

Daniel 4

Introducción

1. Dios se revela frecuentemente de maneras sorprendentes. Algunas veces, con voz tranquila, suave, tratando de guiarnos al camino correcto. Otras veces, con una voz insistente, trata, por medio de la conciencia, de convencernos del pecado.

2. Hay ocasiones en que la voz de Dios es fuerte.

a. Esa voz interrumpe la rutina de nuestra vida. Él nos detiene en nuestro camino. Nos aplica un shock, especialmente cuando nuestra vida parece estar desintegrándose y todo parece estar al revés.

b. Podemos, incluso, estar en peligro de perder todo aquello por lo que hemos luchado durante toda la vida. Y, cuando menos lo esperamos, Dios nos sorprende. Entra en nuestra vida de manera extraordinaria.

3. Eso es lo que le ocurrió al rey Nabucodonosor; y puede suceder con nosotros también.

 

I. Testimonio de Nabucodonosor

1. Daniel 4:1 al 3. Nabucodonosor encontró por fin la fuente de paz interior. Descubrió a aquél que nos brinda estabilidad y calma internas ante cualquier situación (Isa. 26:3). Parecía estar desbordando de gratitud a Dios. La vida del rey pagano fue transformada.

a. Nabucodonosor fue transformado por la gracia de Dios. Él necesitaba contar su historia; quería compartir la grandeza del Dios que cambió su vida.

b. Si Dios cambió a Nabucodonosor, puede también cambiar nuestra vida, sin importar los errores que hayamos cometido. Si su vida está llena de miserias, recuerde que Dios puede transformarlo.

 

II. La tragedia predicha

1. Nabucodonosor describió como feliz y tranquila su vida antes de conocer a Dios (leer Dan. 4:4).

a. Es muy fácil sentirse lleno de sí mismo cuando las cosas van bien en nuestra vida. Ocasionalmente, Dios permite que nos sobrevenga el revés y la adversidad para conducirnos a él. Ése fue el caso de Nabucodonosor.

b. Nabucodonosor tuvo un nuevo sueño, que predijo la adversidad que le ocurriría. Justo en momentos en que estaba lleno de orgullo, en el auge de su poder, fue “cortado”. Nosotros podemos aprender una lección de su patética experiencia.

2. Dios está en el comando de todas las cosas, y necesitamos reconocer que dependemos de él.

a. En la visión del árbol, Nabucodonosor presenció el colapso de su propio reinado. El corte del árbol representaba la caída de Nabucodonosor del favor divino y la pérdida de su reino.

3. Durante siete años, el Rey experimentaría una especie de enfermedad mental que lo haría pensar y actuar como un animal. Es difícil imaginar al brillante y popular rey de Babilonia vagando por los campos como un animal salvaje. Atacado por esa locura temporaria, dejó que las uñas y los cabellos le crecieran, y no se bañaba. Se sentía más cómodo entre los animales que en la corte real.

a. ¡Qué contraste con la vida que antes llevaba en el palacio! El Rey llegó al “fondo del pozo”. Su vida llegó a convertirse en un desastre total, una ruina absoluta. Ya no había lugar hacia donde mirar, a no ser hacia lo alto. No había ya nadie hacia quien volverse, sino a Dios.

 

II. El llamado de Dios al arrepentimiento

1. ¿Qué consejo le dio Dios al Rey? Leer Daniel 4:27.

a. Los juicios inexorables de Dios pueden ser evitados si nos arrepentimos. Es peligroso continuar haciendo nuestra propia voluntad, desobedeciendo a Dios. La falta de las bendiciones de Dios hace que ocurran en nuestra vida verdaderas tragedias.

2. Cargado de orgullo, en el auge del poder, Nabucodonosor fue “cortado” de la sociedad humana.

a. ¡Qué lección para nosotros! Una negligencia en reconocer a Dios en nuestra vida nos deja desprotegidos y nos vuelve víctimas de las tragedias.

b. Nabucodonosor, rey de Babilonia, recuperó su salud mental sólo cuando reconoció al verdadero Dios. El Rey miró hacia el cielo, reconoció al Dios del universo. Su vida fue cambiada.

 

Conclusión y llamado

1. En cierto sentido, la historia de Nabucodonosor es su historia y mi historia. También nosotros necesitamos la gracia de Dios; también podemos quedar confusos o enajenados, sin saber hacia dónde ir.

2. El triunfo sólo vendrá si tenemos un corazón arrepentido y estamos dispuestos a reconocer que todo lo que tenemos y todo lo que podemos conseguir en esta vida viene únicamente de Dios. El triunfo sólo vendrá si usted reconoce que Dios es el que está en el comando de todo.

3. Dios nos hace una invitación en Isaías 45:22: “Mirad a mí, y sed salvos, todos los términos de la tierra, porque yo soy Dios, y no hay más”.

a. Dios nos invita a que vayamos a él. En él encontramos la seguridad que tanto anhelamos.

b. La vida es tan frágil. Nuestro trabajo, nuestro hogar, nuestro matrimonio y nuestra salud nos ofrecen poquísima seguridad permanente. Podemos perder todo en un momento. En Dios, y solamente en él, podemos encontrar la fuerza, el significado y el propósito para la vida.

c. ¿No le gustaría hoy correr a los brazos de Jesús? ¿No le gustaría sentir su abrazo afectuoso y oír su tranquilizadora voz, diciendo: “Tú eres mío. Yo nunca te dejaré”?

(Colaboración de la Asociación Ministerial de la División Sudamericana.)

Daniel 2 – Dios en el control de la historia

Dios en el control de la historia

Daniel 2

Introducción

1. El futuro siempre ha intrigado a las personas. ¿Qué va a suceder y cómo enfrentar el mañana con más confianza? ¿En qué tipo de mundo vivirán nuestros hijos? Muchos dicen que tienen informes seguros en cuanto al futuro: hechiceros, parapsicólogos, astrólogos y magos sostienen que tienen la habilidad de prever los acontecimientos.

2. En Daniel 2, Dios desafía a los adivinos.

a. Dios se revela como el único que conoce el futuro. En este capítulo, Dios bosqueja claramente la historia con una anticipación de dos mil quinientos años, previendo exactamente el surgimiento y la caída de los imperios. Es impresionante observar la habilidad de Dios para guiar el destino de las naciones.

b. Si él es lo suficientemente sabio como para predecir el futuro y lo suficientemente poderoso como para orquestar el surgimiento y la caída de las naciones, puede, ciertamente, guiar nuestra vida personal. Todos podemos confiar en Dios.

I. El sueño del rey Nabucodonosor

1. Leer Daniel 2:1 al 15. Aquella noche, un sueño inusual perturbó a Nabucodonosor. A la mañana siguiente convocó a los magos y los encantadores para que le contaran lo que había soñado y le dieran su interpretación.

a. Los sabios fallaron completamente. Dios, en forma milagrosa, ocultó el sueño de la mente de Nabucodonosor, de tal manera que no podía acordarse de nada. Si el Rey hubiera dicho el sueño, los magos y los encantadores habían sido capaces de inventar una interpretación que fuera convincente para Nabucodonosor.

b. Los sabios eran considerados las mentes más brillantes del reino, y usaban artificios para engañar. Los magos se valían de trucos y encantamientos. Los astrólogos observaban la posición de las estrellas, como un medio de tratar de prever el futuro. Los hechiceros y los espiritualistas decían que se comunicaban con los muertos. Los caldeos, la elite educada en las ciencias babilónicas, trataban de revelar el futuro mediante cálculos matemáticos.

c. Ninguno de ellos pudo manifestar cuál había sido el sueño y cuál era su interpretación. El Rey, airado, condenó a muerte a todos los hombres sabios de Babilonia.

2. Muchas veces, usted está angustiado buscando respuestas para su vida. Anhela saber qué ocurrirá en el futuro, cómo ser feliz, cómo tener una vida mejor. Como en los días de Daniel, las cosas se repiten hoy: hay astrólogos, maestros, espiritualistas y tantos otros, que afirman que tienen poder para descorrer el velo del futuro.

a. Ellos no son capaces de conocer el futuro por sí mismos. Sólo en Dios y en la Biblia, la Palabra de Dios, podemos encontrar la respuesta para el futuro, para nuestra felicidad, y para comprender y resolver todas las cuestiones de la vida.

II. Dios revela el futuro

1. Leer Daniel 2:16 al 30. Daniel fue el primero que fue buscado por los agentes del gobierno para ser ejecutado, porque formaba parte del grupo de sabios que tenían acceso permanente al Rey; sólo que Daniel no sabía lo que estaba sucediendo y, por eso, rogó un poco de tiempo y consultó a Dios (Dan. 2:16-18).

a. Aquí comenzamos a entender una de las llaves que abre las puertas para la solución de los problemas: la oración. Al orar, usted podrá encontrar las respuestas sobre los enigmas del futuro y sobre su vida.

2. Dios tiene sabiduría y fuerza.

a. Dios reveló, en el sueño de Nabucodonosor, la historia de los imperios de este mundo y lo que ha de ser en los últimos días de la historia de la tierra. El sueño de Nabucodonosor apunta al tiempo del fin; predice los eventos que ocurren hasta que se cierre la historia de la tierra.

III. El sueño y su interpretación (Dan. 2:31-35)

1. Babilonia

a. El oro es un símbolo apropiado para Babilonia. Nabucodonosor gobernó el mundo desde el año 605 a.C. hasta el 539 a.C. Babilonia, ubicada en lo que hoy llamamos Irak, a cien kilómetros al sur de Bagdad, era la ciudad capital del Imperio, y llegó a ser el centro de la más poderosa nación del Oriente Medio de aquella época. Su dios más importante, Berl-Marduk, estaba confeccionado con oro macizo. Su imagen de oro lo representaba sentado en un trono de oro, frente a una mesa de oro, en un templo con cúpula de oro. El profeta Isaías llama también a Babilonia “la ciudad codiciosa de oro” (Isa. 14:4).

b. Sin embargo, Babilonia no duraría para siempre: sería derrotada por otro poder.

2. Medo-Persia

a. Los medo-persas derrotaron a los babilonios en el año 539 a.C. Ciro, el general que comandó los ejércitos de aquel pueblo, aparece predicho en la Biblia por su propio nombre, ciento cincuenta años antes, tal como se puede apreciar en Isaías 44:28 y 45:1. El Imperio Medo-Persa gobernó esa región del mundo desde 539 a.C. hasta 331 a.C.

3. Grecia

a. La nación de Grecia venció a los medo-persas. Grecia gobernó el mundo desde el año 331 a.C. hasta el 168 a.C. Alejandro Magno conquistó el mundo a los 33 años de edad.

4. Roma

a. Los romanos conquistaron a los griegos en el año 168 a.C. El Imperio Romano dirigió al mundo durante el tiempo de Cristo. César Augusto, emperador romano, fue el que decretó que todo el mundo pagara impuestos. Un tribunal romano juzgó a Jesús y soldados romanos lo clavaron en la cruz.

b. El profeta Daniel predijo que el Imperio Romano sería dividido. La división del Imperio ocurrió desde el 351 d.C. hasta el 476 d.C. Ningún imperio subsecuente venció a los romanos. Roma fue dividida exactamente tal como el profeta había predicho; las tribus bárbaras del norte invadieron el Imperio Romano, lo que resultó posteriormente en la división en estados separados. Las naciones de la Europa de hoy (Francia, Alemania, Inglaterra, España, Italia, etc.) fueron predichas en este espantoso sueño.

Conclusión y llamado

1. Profecía cumplida.

a. En Daniel 2:43, la Palabra de Dios es clara. Aquellas ocho palabras: “No se unirán el uno con el otro” han detenido a todos y cada uno de los que pretendieron conquistar Europa durante el transcurso de los siglos. La profecía bíblica es exacta: el futuro está solamente en las manos de Dios.

2. Esperanza a la vista. Leer Daniel 2:44.

a. El regreso de Jesús es la esperanza que está ante nosotros. Cristo es la piedra que derribó finalmente aquella sucesión histórica (1 Cor. 10:4). Pronto, las fuerzas del mal serán aplastadas, quebradas en pedazos y destruidas.

b. Pronto, los cielos se abrirán y veremos a Jesús volviendo con el propósito de implantar su Reino eterno para siempre.

3. Diga hoy: “Señor Jesús, escojo seguirte en todas las cosas y ser uno de tus hijos. Quiero que te acuerdes de mí cuando vengas en tu Reino. Señor, entrego hoy mi vida a ti, junto con aquellos hábitos míos que no son agradables a tu voluntad”.

a. Que podamos entregar el control de nuestra vida a Jesús y prepararnos para vivir eternamente con él.

(Colaboración de la Asociación Ministerial de la División Sudamericana.)

Daniel 1 – Lejos de casa, pero cerca de Dios

Lejos de casa, pero cerca de Dios

Daniel 1

Introducción

1. El libro profético de Daniel fue escrito para nuestro tiempo. Sus profecías hablan con mayor significado aún para la generación actual.

a. El ángel Gabriel le ordenó específicamente a Daniel: “Cierra las palabras y sella el libro hasta el tiempo del fin” (Dan. 12:4).

b. El profeta bíblico Daniel describe en vívidos detalles los acontecimientos mundiales que ocurren en la actualidad, ante nuestros ojos. Sus predicciones, que abarcan dos mil quinientos años de historia, describen claramente los acontecimientos mundiales desde su tiempo (seiscientos años antes de Cristo) hasta nuestros días.

2. Hoy, conoceremos la historia de yDaniel y la manera especial en que Dios dirigió su vida. Veremos nuestra historia en la vida de ese hijo de Dios, y aprenderemos cómo obtuvo fuerza espiritual para vencer. Dios quiere que usted y yo también seamos vencedores.

a. Lejos de casa, en tierra extranjera, sujeto a las presiones de la manipulación psicológica, Daniel triunfó. Venció las tentaciones del enemigo. ¡Usted también puede triunfar!

3. Daniel, capítulo 1, introduce el tema del libro: el gran conflicto entre el bien y el mal. Muestra el poder divino de manera extraordinaria. Dios nunca es sorprendido; nunca es encontrado desprevenido. Sus planes triunfan, aun en medio de situaciones que parecen totalmente desfavorables.

a. En este primer capitulo de Daniel, descubriremos la fuente del coraje de Daniel en medio de una sociedad contaminada por el pecado.

I. Lejos de casa

1. El primer versículo de Daniel comienza con un gran conflicto en el Oriente Medio. Dos naciones están envueltas en el conflicto: Por un lado, Babilonia, y por el otro, Judá, con su capital, Jerusalén, atacada.

a. En el año 605 a.C., Nabucodonosor, rey de Babilonia, realizó un cruel ataque contra Jerusalén. Esas dos ciudades representaban dos estilos diferentes de vida, dos ideologías, dos filosofías contrapuestas.

b. Babilonia era el centro geográfico de la rebelión contra el verdadero Dios. Ella representaba la apostasía y un sistema falso de religión, basado en la adoración de ídolos en oposición a la Ley de Dios.

c. Jerusalén, la ciudad de Daniel, representaba la lealtad, la fidelidad y la constancia. Representaba la adoración y la obediencia al verdadero Dios.

2. En el primer versículo del libro de Daniel, se introduce esa lucha entre las fuerzas del bien y las del mal: el gran conflicto entre el bien y el mal que comenzó en el cielo (Apoc. 12:7-9) y que continúa en la tierra.

a. Al igual que Daniel y sus compañeros, nosotros también vivimos inmersos en ese gran conflicto entre el bien y el mal.

3. Rehenes presos: sucedió algo muy triste: algunas personas de Jerusalén fueron llevadas como rehenes a Babilonia. No hay nada más cruel para una persona que se le quite la libertad.

a. Daniel era un adolescente cuando fue tomado como esclavo. Lo llevaron muy lejos de su casa, lejos de sus familiares, a un país diferente en todos los sentidos. La comida era diferente, el idioma era diferente, las costumbres, la religión; todo era diferente.

b. Daniel se sintió perdido ante aquella situación. Debió de haber sentido miedo, debió de haber llorado, debió de haber pensado en los seres queridos que quedaron en Jerusalén.

c. El pecado también nos apartó de Dios. Al igual que Daniel, vivimos en un mundo que no es nuestro hogar; Satanás ha mantenido al hombre como rehén. El pecado ha esclavizado a las personas y les ha quitado uno de los bienes más preciados que Dios les otorgó: la libertad.

4. Los jóvenes hebreos que Nabucodonosor llevó al cautiverio, eran jóvenes especiales (leer Dan. 1:3, 4): eran jóvenes nobles, sin defecto, instruídos.

a. Nabucodonosor tomó las medidas necesarias para cambiarles la identidad (leer Dan. 1:6, 7); el Rey pretendía cambiarles el carácter y la personalidad.

b. Nabucodonosor comenzó un proceso de “lavado cerebral”, cambiándoles los nombres hebreos por nombres que representaban dioses babilónicos paganos. De esa forma, esperaba destruir la antigua identidad comprometida con el verdadero Dios

II. Cerca de Dios

1. Daniel tomó una decisión que cambió el rumbo de su vida (leer Dan. 1:8).

a. La palabra “propuso” significa “determinar” o “decidir”. El poder que gobierna dentro de nuestra mente es nuestra voluntad. Cuando optamos por hacer lo correcto, Dios nos concede el poder moral para que escojamos entre el bien y el mal.

b. El Espíritu Santo nos guía para tomar la mejor elección y, cuando lo hacemos, él nos concede el poder para mantenerla y llevarla a cabo.

2. Aunque estaba lejos de su casa, Daniel permaneció cerca de Dios. Él decidió que, sin importar lo que le pasara, estaría con Dios. Eso fue decisivo en la vida de Daniel, y lo será en su vida también.

a. Daniel escogió no contaminarse (ver Dan. 1:12).

b. La fe de Daniel lo llevó a concluir que Dios honraría su elección; él sabía que Dios nunca lo chasquearía.

3. Resultados milagrosos:

a. Resultados físicos (Dan. 1:15). Su apariencia mejoró.

b. Resultados mentales (Dan. 1:17). Dios le dio conocimiento, inteligencia y sabiduría.

c. Resultados políticos (Dan. 1:19, 20). Los jóvenes pasaron a ser funcionarios delante del Rey.

d. Hallaron que eran diez veces más doctos que todos.

4. La fidelidad de Daniel a Dios redundó en bendiciones. Cuando tomamos decisiones correctas, cuando hacemos lo que es correcto porque es correcto, también podemos esperar abundantes bendiciones espirituales de nuestro Padre celestial.

Conclusión y llamado

1. Usted puede pasar por momentos de sufrimiento. ¡Daniel pasó por esa experiencia!

a. Usted puede experimentar decepciones. ¡Daniel pasó por ellas!

b. Usted puede estar lejos de casa, pero continuar estando cerca de Dios. Puede estar seguro de que la victoria llegará y usted será un gran vencedor.

2. Dios transforma nuestras derrotas en victorias. Dios transforma nuestras heridas en luminarias, a fin de brillar en favor de su gloria para siempre.

a. En las pruebas de la vida, podemos verdaderamente confiar en Dios; con él, seremos más que vencedores.

3. Tome hoy una decisión, y entregue su voluntad a Dios. Venga a los pies de Jesús. Él quiere libertarlo. Él quiere darle una vida mejor.

(Colaboración de la Asociación Ministerial de la División Sudamericana.)