Dios en el control de la historia

Daniel 2

Introducción

1. El futuro siempre ha intrigado a las personas. ¿Qué va a suceder y cómo enfrentar el mañana con más confianza? ¿En qué tipo de mundo vivirán nuestros hijos? Muchos dicen que tienen informes seguros en cuanto al futuro: hechiceros, parapsicólogos, astrólogos y magos sostienen que tienen la habilidad de prever los acontecimientos.

2. En Daniel 2, Dios desafía a los adivinos.

a. Dios se revela como el único que conoce el futuro. En este capítulo, Dios bosqueja claramente la historia con una anticipación de dos mil quinientos años, previendo exactamente el surgimiento y la caída de los imperios. Es impresionante observar la habilidad de Dios para guiar el destino de las naciones.

b. Si él es lo suficientemente sabio como para predecir el futuro y lo suficientemente poderoso como para orquestar el surgimiento y la caída de las naciones, puede, ciertamente, guiar nuestra vida personal. Todos podemos confiar en Dios.

I. El sueño del rey Nabucodonosor

1. Leer Daniel 2:1 al 15. Aquella noche, un sueño inusual perturbó a Nabucodonosor. A la mañana siguiente convocó a los magos y los encantadores para que le contaran lo que había soñado y le dieran su interpretación.

a. Los sabios fallaron completamente. Dios, en forma milagrosa, ocultó el sueño de la mente de Nabucodonosor, de tal manera que no podía acordarse de nada. Si el Rey hubiera dicho el sueño, los magos y los encantadores habían sido capaces de inventar una interpretación que fuera convincente para Nabucodonosor.

b. Los sabios eran considerados las mentes más brillantes del reino, y usaban artificios para engañar. Los magos se valían de trucos y encantamientos. Los astrólogos observaban la posición de las estrellas, como un medio de tratar de prever el futuro. Los hechiceros y los espiritualistas decían que se comunicaban con los muertos. Los caldeos, la elite educada en las ciencias babilónicas, trataban de revelar el futuro mediante cálculos matemáticos.

c. Ninguno de ellos pudo manifestar cuál había sido el sueño y cuál era su interpretación. El Rey, airado, condenó a muerte a todos los hombres sabios de Babilonia.

2. Muchas veces, usted está angustiado buscando respuestas para su vida. Anhela saber qué ocurrirá en el futuro, cómo ser feliz, cómo tener una vida mejor. Como en los días de Daniel, las cosas se repiten hoy: hay astrólogos, maestros, espiritualistas y tantos otros, que afirman que tienen poder para descorrer el velo del futuro.

a. Ellos no son capaces de conocer el futuro por sí mismos. Sólo en Dios y en la Biblia, la Palabra de Dios, podemos encontrar la respuesta para el futuro, para nuestra felicidad, y para comprender y resolver todas las cuestiones de la vida.

II. Dios revela el futuro

1. Leer Daniel 2:16 al 30. Daniel fue el primero que fue buscado por los agentes del gobierno para ser ejecutado, porque formaba parte del grupo de sabios que tenían acceso permanente al Rey; sólo que Daniel no sabía lo que estaba sucediendo y, por eso, rogó un poco de tiempo y consultó a Dios (Dan. 2:16-18).

a. Aquí comenzamos a entender una de las llaves que abre las puertas para la solución de los problemas: la oración. Al orar, usted podrá encontrar las respuestas sobre los enigmas del futuro y sobre su vida.

2. Dios tiene sabiduría y fuerza.

a. Dios reveló, en el sueño de Nabucodonosor, la historia de los imperios de este mundo y lo que ha de ser en los últimos días de la historia de la tierra. El sueño de Nabucodonosor apunta al tiempo del fin; predice los eventos que ocurren hasta que se cierre la historia de la tierra.

III. El sueño y su interpretación (Dan. 2:31-35)

1. Babilonia

a. El oro es un símbolo apropiado para Babilonia. Nabucodonosor gobernó el mundo desde el año 605 a.C. hasta el 539 a.C. Babilonia, ubicada en lo que hoy llamamos Irak, a cien kilómetros al sur de Bagdad, era la ciudad capital del Imperio, y llegó a ser el centro de la más poderosa nación del Oriente Medio de aquella época. Su dios más importante, Berl-Marduk, estaba confeccionado con oro macizo. Su imagen de oro lo representaba sentado en un trono de oro, frente a una mesa de oro, en un templo con cúpula de oro. El profeta Isaías llama también a Babilonia “la ciudad codiciosa de oro” (Isa. 14:4).

b. Sin embargo, Babilonia no duraría para siempre: sería derrotada por otro poder.

2. Medo-Persia

a. Los medo-persas derrotaron a los babilonios en el año 539 a.C. Ciro, el general que comandó los ejércitos de aquel pueblo, aparece predicho en la Biblia por su propio nombre, ciento cincuenta años antes, tal como se puede apreciar en Isaías 44:28 y 45:1. El Imperio Medo-Persa gobernó esa región del mundo desde 539 a.C. hasta 331 a.C.

3. Grecia

a. La nación de Grecia venció a los medo-persas. Grecia gobernó el mundo desde el año 331 a.C. hasta el 168 a.C. Alejandro Magno conquistó el mundo a los 33 años de edad.

4. Roma

a. Los romanos conquistaron a los griegos en el año 168 a.C. El Imperio Romano dirigió al mundo durante el tiempo de Cristo. César Augusto, emperador romano, fue el que decretó que todo el mundo pagara impuestos. Un tribunal romano juzgó a Jesús y soldados romanos lo clavaron en la cruz.

b. El profeta Daniel predijo que el Imperio Romano sería dividido. La división del Imperio ocurrió desde el 351 d.C. hasta el 476 d.C. Ningún imperio subsecuente venció a los romanos. Roma fue dividida exactamente tal como el profeta había predicho; las tribus bárbaras del norte invadieron el Imperio Romano, lo que resultó posteriormente en la división en estados separados. Las naciones de la Europa de hoy (Francia, Alemania, Inglaterra, España, Italia, etc.) fueron predichas en este espantoso sueño.

Conclusión y llamado

1. Profecía cumplida.

a. En Daniel 2:43, la Palabra de Dios es clara. Aquellas ocho palabras: “No se unirán el uno con el otro” han detenido a todos y cada uno de los que pretendieron conquistar Europa durante el transcurso de los siglos. La profecía bíblica es exacta: el futuro está solamente en las manos de Dios.

2. Esperanza a la vista. Leer Daniel 2:44.

a. El regreso de Jesús es la esperanza que está ante nosotros. Cristo es la piedra que derribó finalmente aquella sucesión histórica (1 Cor. 10:4). Pronto, las fuerzas del mal serán aplastadas, quebradas en pedazos y destruidas.

b. Pronto, los cielos se abrirán y veremos a Jesús volviendo con el propósito de implantar su Reino eterno para siempre.

3. Diga hoy: “Señor Jesús, escojo seguirte en todas las cosas y ser uno de tus hijos. Quiero que te acuerdes de mí cuando vengas en tu Reino. Señor, entrego hoy mi vida a ti, junto con aquellos hábitos míos que no son agradables a tu voluntad”.

a. Que podamos entregar el control de nuestra vida a Jesús y prepararnos para vivir eternamente con él.

(Colaboración de la Asociación Ministerial de la División Sudamericana.)