El camino del perdón

INTRODUCCIÓN
  1. Uno de los estudios más fascinantes que se pueden hacer dentro de la Biblia Sagrada, es estudiar las tipologías. Hay diversos aspectos o personas que tipifican, representan de alguna forma, el carácter o los atributos de Jesús.
  2. Ejemplos: Abraham e Isaac (Gén. 22:2, 11-13 – Abraham pudo sentir un poco de lo que Dios el Padre sintió al ofrecer a su hijo a la humanidad); Job, al igual que Jesús, fue afligido por el enemigo, incomprendido por los amigos y sufrió, aunque era inocente; Moisés, condujo al pueblo de la esclavitud egipcia a una vida nueva en Canaán, así como Cristo nos saca de la esclavitud del pecado y nos guía a la libertad y, finalmente, a la Canaán celestial. En Éxodo 32:9-14, hay una escena significativa de intercesión; en el libro de Daniel, cap. 9, está aquella ocasión en la que libra de la muerte a los sabios e intercede por su pueblo.
I. JOSÉ EN EGIPTO

1. Si hubo un joven que podría reclamar y lamentarse de lo que la vida la reservó, ese era José. Había sido un muchacho mimado y “acostumbrado al tierno cuidado de su padre” (Patriarcas y profetas, p. 214). Tenía todo lo que quería. Pero un día la calamidad tocó a su puerta. Los hermanos, envidiosos, lo vendieron a una caravana de ismaelitas que iba a Egipto.

a) En Egipto, fue nuevamente vendido. Esta vez a Potifar, oficial del Faraón y capitán de la guardia. Y los problemas de José estaban apenas comenzando.

b) Imagínese aquella situación. Arrancado del hogar paterno y lleva a una tierra extraña, y en calidad de esclavo. Pero aun así, en la casa de Potifar, “no se avergonzó de la religión de sus padres, y no hizo ningún esfuerzo por esconder el hecho de que adoraba a Jehová” (Ibíd, p. 216)-

c) Ese era el secreto de José: la fidelidad a Dios y a las enseñanzas de sus padres. Pero, a pesar de eso, no estaba exento de problemas. Acusado de asedio por la esposa de Potifar, fue llevado a la cárcel y hubiera sido muerto si Potifar creyese en la esposa infiel. Una vez más el joven hebreo tenía sus motivos para reclamarle a Dios. Pero no, y en vez de eso, se dejó usar por él en la prisión. Siempre dio un buen testimonio, incluso en aquella situación difícil. Y más tarde, reconocidas sus capacidades y rectitud de carácter, el farón le dijo: “Estarás sobre mi casa, y por tu palabra se gobernará todo mi pueblo” (Gén. 41:40).

d) ¡Tremendo cambio! De esclavo encarcelado a gobernador. Y ahí se ve que aquel joven realmente mantenía una viva unión con el cielo, pues su carácter “soportó la prueba tanto de la adversidad como de la prosperidad“ (Ibíd, p. 222).

e) “José consideró que el haber sido vendido y llevado a Egipto era la mayor calamidad que podría haberle sobrevenido; pero vio la necesidad de confiar en Dios como nunca lo había hecho cuando estuvo protegido por el amor de su padre” (Elena White, Comentario bíblico adventista, t. 1, pág. 1110).

f) “Sabía que era extranjero en tierra extraña, que estaba separado de su padre y de sus hermanos que a menudo lo habían entristecido, pero creía firmemente que la mano del Altísimo había dirigido todo para que ocupara un puesto importante” (Historia de la redención, p. 105).

2. Para Jesús, de quien José era tipo, tampoco fue fácil dejar la compañía del Padre y de los ángeles. Pero su misión, así como la de José, benefició a muchos.

3. Pero es en la actitud de José para con sus hermanos, 21 años después de haber sido vendido por ellos, donde vemos realmente representado el ministerio intercesor de Jesús.

Gén. 42: 1-6 – La actitud de José para restaurar un relacionamiento que hacía mucho que había sido destrozado, es sorprendente.

II. JOSÉ PERDONA A SUS HERMANOS

1. Gén. 42:7-10 – Desestabilización emocional.

Cuando todo va bien es raro que alguien se cuestione a sí mismo. José colocó a sus hermanos en una crisis cada vez más intensa: acusaciones injustas, detenidos como rehenes, chantaje, etc.

2. Gén. 42:21-22 – Concientización

La crisis provoca sus frutos. En su angustia, los hermanos recordaron su crimen pasado y el sentido de culpa los asaltó.

3. Gén. 42:37; 43:9; 44:9, 23 – Cambio de actitud.

Los hermanos envidiosos, irresponsables y malos ahora tenían coraje, eran devotos, responsables y listos a morir.

4. Gén. 44:16 – Confesión.

Esa confesión tiene que ver con el crimen cometido contra José. Nada de justificaciones vanas, solamente la simple confesión y la aceptación de las posibles consecuencias.

5. Gén. 45:4-15 – Perdón.

El perdón aparece como un acto de restauración de las relaciones dañadas: José consoló y tranquilizó a sus hermanos y prometió cuidarlos y asegurarles su bienestar.

CONCLUSIÓN
  1. Lo que más impresiona y toca nuestros sentimientos es saber que durante todo el proceso José lloró con el corazón apretado por el dolor (Gén. 42: 23; 43:30-31). Así es como Jesús nos trata al hacernos recorrer el camino del perdón.
  2. Llamado al arrepentimiento.

 

Colaboración de Michelson Borges, editor de la lección de los jóvenes.