Tarea 4: Pedro y Dorcas

Tarea 4: Pedro y Dorcas

Bosquejo de sermón

Investigar, escribir y predicar un sermón narrativo basado en la experiencia de Pedro con Dorcas y los dirigentes de la iglesia de Jope.

Pasaje bíblico

Pedro y Dorcas. Hechos 9:32-43

Propósito del sermón

Cuando Dios llama, te da poder.

Ideas clave:

  • ¿Cómo sabes que has sido “llamado”?
  • ¿Hay alguna tarea que temerías hacer para Dios?
  • ¡Por qué Dios involucró a Jope en el llamado a Pedro?

Investigación:

  • La distancia y la topografía de Lida a Jope.
  • Información de Wikipedia sobre Jope. ¿Ubicación? ¿Productos? ¿Idiomas? ¿Población?, etc.
  • ¿Qué “hizo” Dorcas y para quién?
  • ¿Qué implica que Dorcas sea conocida en tres idiomas? Dorcas, Tabita, Gacela.
  • Describa la habitación donde Dorcas yacía: colores, olores, texturas

Imagine:

  • Lo que llevó a Pedro a sanar a Eneas.
  • Las emociones que sintió Pedro cuando los hombres de Jope le rogaron que los acompañara.
  • Compasión, miedo, incertidumbre, urgencia, esperanza…
  • Que le pidan que cure a alguien con SIDA.
  • Que le pidan que resucite a alguien.
  • Escuchar de un centenar de viudas angustiadas lo que Dorcas había hecho por ellas.

Pasajes de contraste:

  • “Entrar en su habitación fue como entrar en un caleidoscopio donde todos los colores giraban”.
  • “Asumieron que yo seguiría, como los centuriones ordenando a sus hombres hacer lo imposible, inmediatamente”.
  • “Su rostro estaba cubierto con el recuerdo de mil sonrisas”.
  • “Se levantó hambrienta, pero ansiosa de proporcionarme una comida”.

Señales de alto que proporcionan buenos lugares para insertar historias locales:

  • Eneas hablando a todo el mundo sobre Jesús. “Recuerdas cuando […] se unió a la iglesia, lo ansiosa que estaba de contarle a todos sobre Jesús…”.
  • Dos hombres pidiendo a Pedro que vaya con ellos a Jope. “Mi teléfono sonó a medianoche…”.
  • Las mujeres cuentan acerca de Dorcas mostrando sus ropas. “La semana pasada, cuando tres de ustedes entregaron un colchón nuevo a una familia de refugiados de Tailandia…”.
  • A mitad de camino de Jope. “A veces sé que estoy en una situación difícil…”.

Tarea 3: Daniel y la estatua de oro

Tarea 3: Daniel y la estatua de oro

Bosquejo del sermón 

Investigar, escribir y predicar un sermón narrativo basado en Daniel, Misael, Ananías y Azarías, decidiendo cómo convertir las exigencias de Nabucodonosor respecto a una celebración de adoración a la imagen de oro en un momento de evangelización para Dios.

Pasaje bíblico

El primer ministro, los gobernadores y los reyes. Daniel 2:48–3:30.

Propósito del sermón:

Solo hay un rey. Uno. Solo uno.

Si conoces a Daniel, reconocerás al verdadero Rey.

Ideas clave:

  • El ego de los líderes se impresionan con demasiada facilidad.
  • Incluso las ilustraciones más claras de Dios pueden ser “Photoshopeadas” para que coincidan con mis sueños.
  • Una vez que hayas puesto tu mente en Dios, nunca mires hacia atrás.
  • Decir que algo es “verdadero” no lo hace así.
  • Dios nunca pierde su sentido del humor o su compromiso con el amor.

Investigación:

  • ¿Quiénes eran los “gobernadores” de Babilonia, aquellos que eran responsables de las obras públicas, las finanzas del reino, los eventos sociales, las celebraciones y la música mientras Nabucodonosor estaba exigiendo una celebración de la imagen de oro?
  • ¿Qué tan caliente pueden los fuelles mecánicos hacer que una fundición alimentada por aceite se incendie?
  • ¿Dónde estaban los gobernadores durante la celebración?
  • Qué son “sátrapas”, “cítara”… y todas esas otras palabras.

Imagine:

  • La explosión sensorial del evento:
    • Los sonidos: especialmente las cítaras.
    • Las miradas: los sátrapas ataviados en sus sedas más finas.
    • Los sabores: ¡Ah, la comida! Compara este evento con el gran banquete del Sha de Persia en 1971.
    • Los olores: algunos buenos, otros menos agradables.
    • Las texturas y las temperaturas – calor del fuego sobre la piel sudorosa.
    • Añade tus emociones al participar en el evento.
  • Eligiendo permanecer de pie, en la plataforma del rey, mientras todos los demás se inclinaban en adoración.
  • Siendo arrojado al fuego por los guardias personales del rey.
  • Cómo te saludaron cuando volaste a través de las llamas y aterrizaste en la corte de Dios.
  • El Rey Nabucodonosor reconociendo al “Hijo de Dios” que Daniel le había descrito.
  • El horror de saber que ibas a tener que volver a salir del horno, en lugar de quedarte hablando cara a cara con el Creador.

Pasajes de contraste:

  • “Mi guardaespaldas personal me ató los pies, sus lágrimas fluyeron como el río hasta las cuerdas”.
  • “Mil chacales aulladores habrían mejorado la música”.
  • “La libertad viene con una cuerda corta”.
  • “El lugar más seguro del universo es lo más cerca que puedes estar de Dios”.

Señales de alto que proporcionan buenos puntos para insertar historias locales:

  • Daniel le dice a los gobernadores que el rey quiere una imagen de oro sobre un pedestal para que todos lo adoren. “Hay una gran historia que proviene de la Segunda Guerra Mundial, cuando el británico Winston Churchill le dijo al General Eisenhower de Estados Unidos que era hora de asaltar las playas de Francia…”.
  • Los gobernadores se ponen de pie junto al rey Nabucodonosor y el heraldo comienza su llamado. “Muchas emociones pasaron por mi mente el día de mi boda…”.
  • Los gobernadores rechazan una segunda oportunidad. “Suelo replantearme las decisiones más difíciles. Como cuando…”
  • Versículo 19: Cuando el rey se pone furioso. “Es muy difícil cuando un buen amigo se vuelve contra ti…”.

Tarea 2: Jeremías compra un campo

Tarea 2: Jeremías compra un campo

Bosquejo del sermón

Investigar, escribir y predicar un sermón narrativo basado en la compra de un campo por parte de Jeremías en Anatot.

 Pasaje bíblico

Jeremías compra un campo. Jeremías 32:6-44.

Propósito del sermón

Confiar en el consejo de Dios, incluso cuando parezca peor que una tontería. 

Ideas clave:

  • El ejército de Nabucodonosor ya había capturado a Anatot, así que, Dios debe haber tenido una buena razón para decirle a Jeremías que comprara el campo de su primo.
  • Dios promete destrucción, y también promete prosperidad. ¿Tiene Dios siempre la razón?
  • ¿Cómo le pide Dios que produzca un “mostrar y decir” que pueda ayudar a su congregación a entender la voluntad divina?
  • ¿Qué decían los consejeros del rey Sedequías cuando Jeremías compró el campo?

Investigación:

  • Información de Wikipedia sobre Anatot.
  • Revisar una concordancia para la palabra Anatot. ¿Qué otras historias hay de esta ciudad?
  • ¿Por qué el contrato firmado estaba guardado en un jarrón de cerámica?
  • ¿Cambió algo la compra de Jeremías?
  • ¿Qué dice Elena de White sobre esta experiencia?

Imagine:

  • Explicar a sus hijos adolescentes la compra de la propiedad de Jeremías.
  • Lo que la compra significó para el rey Sedequías.
  • Dónde estaba escondido el jarrón del contrato. (¿Quizá con el Arca del pacto?)
  • Una foto de un drone, tomada mientras se firmaba el contrato, mostrando la ciudad, el patio de la prisión y las rampas de asedio babilónicas que se cernían sobre todo.
  • Por qué Dios habla en parábolas.
  • Escuchar de Dios “buenas promesas” después de que Jeremías orara. 

Pasajes de contraste:

  • “Era un campo que no era bueno, uno que siempre esperábamos que fuera de otro”.
  • Cuando el general babilónico se enteró de la compra de Jeremías, se rió e hizo un cartel. “Esta propiedad es propiedad de un hombre muy estúpido”.
  • “Jeremías levantó la cabeza para orar, sus ojos parpadeaban como si reflejaran el fuego divino”. 

Señales de alto que proporcionan buenos puntos para insertar historias locales:

  • Jeremías extendiendo la mano para firmar el contrato. “Recuerdo haber firmado el contrato cuando compré mi primer…
  • Soldados babilónicos gritando obscenidades desde sus rampas de asedio. “La risa suena más fuerte cuando estás tumbado de cara al piso, como cuando
  • Cuando Jeremías y Dios enumeran los pecados del pueblo de Jerusalén. “He hecho una corta lista de los pecados cometidos en nuestro país esta semana…”
  • El versículo 44. “Mi mamá dice que el clima se enfriará, los bosques crecerán exuberantes y la gente será amable…”

Por qué y cómo hacer llamados evangelísticos

Por qué y cómo hacer llamados evangelísticos

El llamado evangelístico no es una idea humana. La Biblia entera, desde el Génesis hasta el Apocalipsis es un libro de llamado. En los últimos versículos de las Sagrada Escrituras encontramos la descripción de una iglesia cuya misión es llamar a los pecadores al arrepentimiento: “Y el Espíritu y la Esposa dicen: Ven. Y el que oye, diga: Ven. Y el que tiene sed, venga; y el que quiera, tome del agua de la vida gratuitamente.” (Apocalipsis 22:17)

El Apóstol Pablo no solo llamaba, sino rogaba que las personas se entregasen a Jesús. Él afirma que “somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros; os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios.” (2 Corintios 5:19-20)

Pablo solo seguía el ejemplo del primer evangelista de la Biblia. (2 Pedro 2:5) La Sierva de Dios dice, refiriéndose a Noé: “El arca se terminó en todos sus aspectos como Dios lo había mandado, y fue provista de alimentos para los hombres y las bestias. Y entonces el siervo de Dios dirigió su última y solemne súplica a la gente. Con anhelo indecible, les rogó que buscasen refugio mientras era posible encontrarlo. ” (White, Elena. Dios nos Cuida. Pág. 194)

Observa cuantas veces se repite el verbo “rogar”. Esto denota la insistencia del predicador. La predicación no es la simple exposición de un asunto sino la persuasión de los oyentes a comprometerse con Cristo y el mensaje.

SE HACE EL LLAMADO PARA ALCANZAR AL SER HUMANO COMPLETO

Si desde el punto de vista divino el propósito de la predicación es la persuasión, necesitas alcanzar al ser humano en su unidad completa.  Todos poseemos facultades físicas, mentales y espirituales, y en la hora del llamado, la persona debe ser alcanzada en esas tres áreas.

Las cosas relevantes que el ser humano hace, las hace con su cuerpo, su mente y su corazón. Por eso Jesús dijo: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. (Mateo 22:37) Y Pablo afirmó: “Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo. (1 Tesalonicenses 5:23)

Cuando el predicador llama a las personas las está comprometiendo con Cristo y el mensaje. El llamado es la manifestación física de que el oyente a entendido el mensaje con su mente y lo ha aceptado con su corazón. La Sierva de Dios sabía, que esa era la forma correcta de predicar, y por eso cuando predicaba, no dejaba de hacer un llamado a los oyentes. En cierta ocasión escribió “Asistí a la reunión en la Iglesia de Battle Creek. Aproximadamente durante una hora hablé con libertad a los hermanos acerca de que la caída de Adán trajo desgracia y muerte… Sentí que debía instar a la gente en cuanto a la necesidad de una entera consagración a Dios: la santificación del ser entero, alma, cuerpo y espíritu… Hubo profundidad de sentimiento en la congregación… En la reunión esa noche, llamé al frente a los que tenían un deseo de ser cristianos. Se adelantaron trece. Todos dieron testimonio para el Señor. Fue una buena obra.” (White, Elena. Diario, Enero 12, 1868).

PASOS PARA HACER LLAMADOS EVANGELÍSTICOS

En primer lugar, recuerda que la tarea de llamar a los pecadores al arrepentimiento es del Espíritu. Por lo tanto, prepárate espiritualmente para ser un instrumento útil en las manos del Espíritu. Ora mucho, conságrate a Dios, no olvides que tú eres apenas una herramienta que Dios usa cuando desea, y cuando quiere, descarta. Sin embargo, hay algunos pasos que son necesarios conocer para alcanzar a los oyentes con más eficacia.

  1. El llamado empieza en la hora de la alabanza congregacional.- Escoge himnos con letras que inspiren a las personas a responder al llamado. Ellas ni siquiera saben que se les hará un llamado y sin embargo ya estarán cantado y diciendo que aman a Jesús y desean seguirle.
  2. Continúa con la oración inicial.- Las personas desean que otros oren por ellas. Antes de leer el texto y comenzar la predicación, pida que las personas que desean presentar sus pedidos de oración vengan al frente. Así ellas ya se estarán familiarizando para responder al llamado después del mensaje.
  3. No temas decir que vas a hacer un llamado.- El llamado no tiene que ser una sorpresa para el oyente. Así que no temas repetir algunas veces durante la predicación, que al final llamarás a las personas que acepten la invitación de seguir a Jesús.
  4. Cuando llegue el momento del llamado explica con claridad y sencillez, lo que deseas.- Nada de subterfugios, ni artimañas, ni falsas promesas. El llamado debe ser honesto si deseas que Dios actúe. ¿Estás llamando a las personas para que se entreguen a Jesús? ¿Para que estudien la Biblia? ¿Para que se bauticen? ¿O simplemente para orar por ellas? El llamado tiene que estar claro en tu mente para que las personas logren entender y responder.
  5. En la hora del llamado usa un himno cuyas letras combinen con el mensaje presentado.- La música es el idioma del cielo y tiene un poder extraordinario. El espíritu Santo usa el mensaje hablado pero hay rincones del Corazón humano a donde solo llega el mensaje cantado. “El canto es uno de los medios más eficaces de impresionar el corazón con la verdad espiritual. A menudo, por las palabras del cántico sagrado, fueron abiertas las fuentes del arrepentimiento y de la fe.” (White Elena, Evangelismo. Pag, 365)
  6. Después que has hecho bien tu parte, deja los resultados con Dios.– Nosotros presentamos el mensaje de la manera más clara posible y después invitamos a las personas para que acepten a Jesús, pero no tenemos la capacidad de transformar vidas. Esa es la obra del Espíritu Santo. Deja esa obra con Él. No temas. No dudes. La Sierva de Dios también a veces dudó de hacer llamados pero observa lo que ella escribió al respecto. “Mi corazón se llenó de gratitud a Dios por la decisión de estas dos mujeres. Entonces comprendí por qué había sido impresionada a hacer esa invitación. Al principio dudé en hacerla debido a que solamente mi hijo y yo estábamos allí para ayudar a los que pasaran. Pero sentí como si una voz me hubiera hablado, y el pensamiento llegó a mi mente: “¿No puedes confiar en el Señor?” Entonces respondí: “Lo haré, Señor”. (White, Elena. Hijas e Hijos de Dios. Pág. 243)

 

 

 

 

 

 

Predicación y enseñanza narrativa: Una tarea

Predicación y enseñanza narrativa: Una tarea

Con respecto a las historias de las Escrituras, Charles Bradford ha declarado: “Las narraciones han sido contadas y recontadas, pero nunca han perdido su poder. Uno pensaría que la familiaridad por parte de los oyentes disminuiría su efecto, que no habría ningún elemento de sorpresa y, por lo tanto, no habría suspenso (ingredientes necesarios para la narración de historias). Pero cuando el predicador se identifica completamente con el mensaje, la historia vuelve a cobrar vida”.[1]

Bradford ha descrito la experiencia de Helmut Thielicke después de haber escuchado a uno de los grandes teólogos: “Cuando Spurgeon hablaba, era como si los personajes de los patriarcas, profetas y apóstoles estuvieran en el auditorio […] Oyes el torrente del Jordán y el murmullo de los arroyos de Siloé; ves los cedros del Líbano que se mecen por el viento; oyes el choque y el tumulto de la batalla entre los hijos de Israel y los filisteos; sientes que el arca de Noé es un lugar realmente seguro; sufres las agonías del alma que tuvo que soportar Job y Jeremías; oyes el crujido de los remos cuando los discípulos se esforzaban contra los vientos contrarios; y sientes el miedo al horror del apocalipsis”.[2]

La tarea a continuación nos invita a investigar, escribir y predicar un sermón narrativo respecto de la noche en que Elías huyó de la reina Jezabel. A medida que su congregación lo escuche semana tras semana, que vean, perciban y sientan la historia bíblica tal como lo hicieron las congregaciones de Spurgeon. —Los editores.

Esta tarea, basada en una historia bíblica, es uno de los cuatro bosquejos de sermones narrativos preparados por Richard Duerksen.[3] 

LA HISTORIA BÍBLICA:

Elías huyendo de Jezabel (1 Reyes 19)

Ideas clave:

  • HESC. Nunca tome grandes decisiones cuando esté hambriento, enojado, solo o cansado. Elías lo hizo cuando experimentó estas cuatro cosas, y corrió de la amenaza al peligro.
  • Todos corremos. Algunos huyen de “reinas enojadas”, otros de deudas, enfermedades, trabajos sin sentido y familias infelices.
  • Nunca corremos solos. Dios siempre corre con nosotros, proveyendo fuerza, agua fresca, pan caliente y nuevos trabajos.

Investigación:

  • Distancia y topografía de Jezreel a Beerseba.
  • Cómo evitar las ciudades durante la fuga.
  • Cómo los corredores de maratón siguen adelante después de “golpear la pared”.

Imagine:

  • Miedo
  • Correr con un amigo
  • Ser abandonado por el amigo
  • Correr solo
  • Agotamiento
  • Miedo (al ángel, que al principio se parecía mucho a uno de los guerreros de Jezabel)
  • Autoincriminación en el camino a Horeb
  • Asombro por los nuevos trabajos de Dios

Pasajes de contraste:

  • “Se sentía solo, pero no lo estaba. Su criado dormía a su lado, junto con los mendigos sin hogar de Jezreel, acurrucados contra la pared para tener calor y fuerza”.
  • “El día siguiente fue el más difícil. El dolor era mayor, la sed que le dejaba los labios agrietados y sangrantes, la soledad que lo abrumaba como pesas de bronce en los tobillos. No corrió lejos”.
  • “En la última noche, cuando finalmente se dejó caer a la sombra del pico, se sintió al menos tres días más allá de la muerte”.

Buenos puntos para insertar sus propias historias:

  • Elías y su sirviente corriendo. “Todos corremos”.
  • Elías dejando a Beerseba en paz. “El diablo es más fuerte cuando nos sentimos solos.
  • La sorpresa de Elías ante la presencia del ángel. “Cuando Dios aparece, a menudo trae el desayuno”.
  • Elías, de cara al viento, siguiendo un sendero sembrado de rocas quemadas, siguiendo a Dios, caminando hacia el cielo. “Algunos de nosotros corremos muchas veces”.

 

Referencias:

[1] Charles E. Bradford, Preaching to the Times: The Preaching Ministry in the Seventh-day Adventist Church (Washington, DC: Review and Herald Pub. Assn., 1975), p. 75.

[2] Bradford, Preaching, pp. 75, 76.

[3] Encuentre los otros bosquejos de sermones narrativos de Richard Duerksen en MinistryMagazine.org/stories